En México, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene como objetivo principal garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Uno de sus grandes enemigos es el uso excesivo de efectivo en las transacciones económicas, ya que dificulta el rastreo y control por parte de las autoridades. Esto provoca que muchos contribuyentes busquen maneras de evadir impuestos, lo que lleva al SAT a reforzar sus métodos de vigilancia.
Los depósitos en efectivo, tanto en moneda nacional como en moneda extranjera, son monitoreados cuidadosamente. Esto incluye cualquier depósito realizado en cuentas bancarias o la adquisición de cheques de caja. En este contexto, es importante destacar que el SAT establece límites claros: cualquier depósito en efectivo que supere los 15,000 pesos debe ser reportado mensualmente por los bancos, y es aquí donde comienzan las dudas sobre la gestión del dinero.
Depósitos en efectivo que no son vigilados por el SAT
A pesar de la vigilancia del SAT, existen ciertas transacciones que son libres de impuestos y no requieren reportes. Aquí te compartimos los tres tipos de depósitos en efectivo que puedes realizar sin que el SAT intervenga:
Depósitos por pensiones alimenticias
Las pensiones alimenticias, cuando son pagadas en efectivo, no están sujetas a un gravamen adicional al Impuesto Sobre la Renta (ISR). El monto ya ha sido gravado en el salario del que paga la pensión, lo que significa que, si eres beneficiario de una pensión alimenticia, puedes recibir los pagos en efectivo sin preocuparte por el SAT.
Donaciones exentas
Según la Ley del Impuesto sobre la Renta, algunas donaciones pueden estar exentas de impuestos. Esto significa que si recibes donaciones en efectivo que cumplen con los requisitos establecidos por la ley, no tendrás que pagar impuestos sobre ellas. Es fundamental asegurarse de que las donaciones se realicen de acuerdo con las normativas vigentes para disfrutar de este beneficio.
Depósitos en efectivo menores a 15,000 pesos
Si recibes o realizas depósitos en efectivo que no superan los 15,000 pesos, no es necesario reportarlos al SAT. Esta es una excelente manera de manejar pequeños gastos o transacciones sin complicaciones fiscales. Sin embargo, es importante llevar un registro de estos depósitos para evitar cualquier malentendido futuro.