Las modalidades de compra y pago, debido a la pandemia del COVID-19, cambiaron. Cada vez se usa más las tarjetas o pagos electrónicos, por lo que los delincuentes adaptaron sus métodos de ataque y aumentaron los fraudes bancarios.
En México, la actualización de datos del Buró de Entidades Financieras de la Condusef arrojó que de enero a septiembre de 2021, se registraron 49 mil 871 quejas por robo de identidad contra los bancos en México, lo que representa un crecimiento del 54% respecto al 2020.
De acuerdo con una empresa experta en evitar fraudes bancarios, estos son los tres más cometidos a la ciudadanía:
Algunos de los ciberataques más peligrosos son los que tienen que ver con el robo de identidad y/o datos con los que los delincuentes pueden crear una identidad falsa con varios datos de personas reales, y así pedir, desde un préstamo bancario, hipotecario o cualquier otro, hasta realizar delitos más graves, como los relacionados con el lavado de dinero.
Es recomendable para las empresas que otorgan este tipo de créditos, reforzar y activar un sistema de autenticación sólido para mantener a sus clientes seguros mientras obtienen una experiencia de cliente fluida.
El aumento de los pagos por transferencia, que se incrementaron a partir del cierre de tiendas y el auge del comercio electrónico, también aumentaron los fraudes de esta modalidad.
Para evitar ser víctima de este tipo de fraude, es importante tener cuidado en abrir enlaces sospechosos, correos electrónicos o mensajes de texto que hagan referencia a ofertas, finanzas personales o pagos pendientes.
Los mensajes genuinos no son hostiles ni involucran términos sospechosos, con errores de ortografía y gramática.
Mientras que las instituciones bancarias tienen que contar con canales digitales de monitoreo, pues estos siguen siendo muy útiles para perfilar y comprender el comportamiento del cliente.
Los fraudes con tarjetas son de las estafas más comunes, pues los esquemas de acción y estafa son similares a lo que sucedía antes de la pandemia: por medio de llamadas telefónicas para acceder a datos bancarios personales.
El fraude de primera persona por medio de su tarjeta de pago se puede mitigar mejorando la comunicación entre los emisores y comerciantes.
Pero las instituciones financieras son las responsables de contar con un sistema de análisis de comportamiento adaptativo en tiempo real, que es primordial para identificar las anomalías en el comportamiento genuino del cliente y así prevenir ciberataques.
Información de El Informador