Durante los últimos años, las empresas de tecnología financiera han experimentado una serie de cambios que han apuntado hacia su crecimiento, duplicando el mercado en los últimos meses y generando un valor por 2.5 billones de dólares, describe Alexis Nickin Gaxiola. Uno de estos cambios fue el método de pago conocido como “buy now, pay later”.
Debido a su capacidad disruptiva, las fintech han revolucionado la forma de entender, crear y prestar servicios financieros en la actualidad con la hiper personalización de los productos y servicios así como la introducción de novedosos sistemas de pago como BNPL o “buy now, pay later” (compra ahora, paga después), que permite aplazar compras sin gasto adicional ni aprobación de una entidad financiera externa.
Alexis Nickin Gaxiola explica que el sistema “buy now, pay later” funciona de manera muy sencilla. “Consiste en diferir los pagos realizados por el comercio electrónico. Los consumidores compran y, prácticamente en el acto, deciden si pagan en cantidades fijas, generalmente mensuales y sin intereses. Lo normal es que sólo exista un coste extra, aunque con intereses asociados elevados, si se retrasa en el pago de alguna cuota”, asegura el experto.
En 2021, dicha modalidad representó el 2.9% de las transacciones globales de comercio en línea y se prevé que para 2023, suponga hasta un 9% del gasto total en e-commerce y sume en un futuro hasta el 81.2% de usuarios, de acuerdo con el informe anual “Global payments report” de World Pay.
Según el mismo informe, hasta un 44.1% de compradores adolescentes habrá usado al menos una vez los servicios BNPL antes de 2023. Y se estima que hasta el 37.2% de millenials también lo haga antes de ese año.
En ese sentido, Nickin Gaxiola prevé que este modelo de pagos representará una oportunidad para los jóvenes, así como para todas aquellas personas que no cuentan con antecedentes crediticios y se encuentran excluidos del sistema financiero.
“Las Fintech con modelos de BNPL pueden otorgar financiamiento al segmento de personas que no cuentan con antecedentes crediticios, porque acceden a otras fuentes de información al historial crediticio. Representa una gran oportunidad para los jóvenes de la generación Z y para todas las personas sin historial crediticio o fuera del sistema financiero”, dice el experto.
Según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, el crédito formal más común son las tarjetas de crédito departamentales, 20% de la población cuenta con este tipo de producto financiero, por debajo están las tarjetas de crédito bancarias con 11%. Una variación del 1% para los préstamos departamentales y nula para las tarjetas expedidas por la banca, en comparación con la ENIF del 2018.
Pero los usuarios no son los únicos que obtienen ventajas con este modelo de pago, ya que, de acuerdo con Nickin Gaxiola, las empresas de tecnología financiera muestran una alza en ventas de 30%, un incremento en la fidelización de los clientes tres veces mayor y un aumento de 50% en sus ingresos.
Información de El Financiero