México experimenta un crecimiento acelerado de las financieras tecnológicas (fintech). Durante el 2021, se identificaron 1,102 plataformas de tecnología financiera en los países miembros de la Alianza del Pacífico, de las cuales 512 startups estaban activas en México, según el estudio “Fintech Radar & Incumbentes 2021”, elaborado por Finnovista.
Especialistas coinciden en que los bajos niveles de bancarización, así como la necesidad de digitalizar servicios, hacen que los bancos y las fintech compitan en algunos segmentos, pero también colaboren para alcanzar objetivos en común y es en ese contexto en el que aterrizan las inversiones para el sector de tecnología financiera.
“Existe un gran apetito por parte de los fondos de inversión para seguir empujando una agenda de soluciones que sin duda creo que hacen mucha falta en mercados como los de América Latina, en particular”, comentó David Blázquez, gerente para México de Mendel, plataforma que ofrece herramientas digitales de gestión financiera a las empresas.
Actualmente, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores identifica a 50 instituciones de banca múltiple en operación, de las cuales, algunas han apostado a digitalizar sus servicios; en contraste existen 24 plataformas que operan al amparo de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech.
Alberto Ratia, director de la plataforma educativa FintechU, comentó que algunas plataformas inmersas en la tecnología financiera han ayudado al sistema financiero tradicional a digitalizarse, mientras que otras sí compiten directamente.
“Yo agruparía a las fintech en tres, las que ayudan al sistema financiero tradicional a digitalizarse; otras que sí compiten directamente con la banca por los mismos clientes y un tercer grupo, cuyo servicio no puede ser prestado por los bancos”, explicó Ratia.
De acuerdo con el análisis de Finnovista, más de 50% de las fintech visualiza a su principal competencia en otras fintech, tanto en su segmento como en otros y sólo 22% identifica a sus competidores más importantes en las instituciones financieras tradicionales.
“Sí las fintech ven a los bancos como clientes, estamos hablando de asociación directa y de colaboración, en cambio, si compiten puede ser que los bancos terminen por comprarlas y agregar un canal más para atender a los que quieren servicios digitales”, dijo Ratia.
Los servicios que ofrecen las fintech incrementan la inclusión y salud financiera de los mexicanos. Finnovista identificó que 56% de las plataformas facilita el acceso a productos financieros más atractivos; 50% contribuye a innovaciones para la calificación crediticia y 49% reduce el costo de los servicios financieros a la población.
Al respecto, el directivo de Mendel opinó que el modelo fintech acerca la inclusión financiera a distintos sectores económicos del país –empresas y personas físicas–, cuyas necesidades no encuentran una solución adecuada en la banca tradicional.
“Hay una complementariedad en la parte tecnológica, por ejemplo, los bancos son un negocio financiero, y no se encuentran orientados directamente al desarrollo de tecnología. Las fintech tienen esta doble bandera, tanto tecnológica como financiera”, apuntó Blázquez.
El Radar de Fintech, detalla que la estrategia de la mayoría de las fintech mexicanas es mejorar los servicios que ofrece la banca tradicional y atender a los usuarios sub-bancarizados.
“(Las fintech) ofrecemos una serie de servicios, en donde la banca no ha tenido ese apetito” precisó Blázquez.
A pesar del gran crecimiento de las tecnológicas, aún tienen obstáculos que les impiden competir a la altura de los grandes bancos, como lo es el tema regulatorio.
“No tenemos esa cultura básica, ni siquiera conocemos muy bien cómo funcionan los bancos. Entonces las financieras tecnológicas están todavía en un proceso de evangelización para darse a conocer”, apuntó Alberto Ratia.
En México, sólo 47% de la población adulta tiene, al menos, una cuenta de alguna institución financiera regulada, 31% cuenta con un crédito y 25% con al menos un seguro, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera. Sin embargo, estos números contrastan con otras economías, pues, por ejemplo, en Estados Unidos, en 96.6% de los hogares, al menos un miembro de la familia tiene una cuenta de ahorro.
Es importante destacar que, durante el tiempo de la pandemia se aceleraron iniciativas de digitalización en 86% de los bancos de América Latina y el Caribe, aunque sólo 40% aumentó su inversión en herramientas tecnológicas a partir del impacto que dejó el Covid-19, según un análisis de Infocorp.
En el contexto de la digitalización, los bancos comienzan a transformar sus procesos; sin embargo, no quieren dar un paso en falso que les cueste tiempo y dinero, por lo que son muy cuidadosos en este proceso.
“Yo te diría que los bancos están conscientes de que no todas las personas están migrando con velocidad o quieren utilizar los servicios de las fintech, es un tema generacional” comentó Ratia.
En este contexto, se suman retos para este segmento, como el tema regulatorio, ya que la CNBV también ha sancionado y denegado autorizaciones a plataformas que no cumplen con los requisitos que establece la ley.
Información de El Economista/Sebastián Estrada