Ahorrar dinero es y será una de las claves fundamentales para poner orden y estabilidad a tus finanzas personales, pues es mejor tener un guardadito cuando se presenta una emergencia, como un accidente o enfermedad; que no tener nada y tener que recurrir a los préstamos que te meten en un compromiso financiero.
Por otra parte, si te llegan las Utilidades 2024, un bono del trabajo o consigues llenar por fin tu alcancía, el tener el dinero en efectivo será muy práctico en cuanto a la liquidez que te permite disponer de inmediato de esos recursos económicos, pero a cambio los hace perder su poder de compra a causa de la inflación.
Es en ese momento cuando se nota la importancia de poner a trabajar tu capital si ya trabajaste duro para obtenerlo y hay que revisar a detalle cuáles instrumentos de inversión son los adecuados según tus necesidades y objetivos.
Para quienes comienzan como inversionista quizá una apuesta que le dé estabilidad a tu portafolios para equilibrarlos son los Valores Gubernamentales como los de Cetes Directo, pero con el tema de la Declaración Anual del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el cumplimiento de las obligaciones fiscales, te decimos cuándo tienes que pagar el ISR por tus inversiones.
Si depositas tu ahorro en una herramienta que te da intereses, como Cetes Directo, tienes la opción de reinvertir el capital y hasta los intereses para que sigan generando ganancias y pasará un tiempo, dependiendo del plazo; antes de que veas las ganancias. Si te genera dudas respecto a qué momento será el que aparezcan las obligaciones fiscales por tus inversiones, debes saber que el deber de pagar impuesto llega tan pronto como al depositar los fondos para contratar el instrumento.
No es al cobrar los intereses, en sus diferentes plazos; ni hasta que decidas establecer la instrucción de retirar los recursos que mantienes en reinversión. Si bien entonces se te depositará el dinero con todo y las ganancias, por cuyos ingresos debes tributar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) correspondiente, fue al momento de adquirir los títulos cuando se asume esa obligación fiscal que ya viene contabilizada en el cálculo de tus ganancias y que se reporta en tu Declaración Anual del SAT.